Historia

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Nuestros inicios

A finales de los años 40 fue una época en la que muchas personas desplazadas por la violencia llegaban a la capital y se hacía necesaria la creación de
espacios para ubicar a muchas de esas familias. Esa necesidad fue aprovechada por el Instituto de Crédito Territorial y, aplicando conceptos de urbanismo modernos para entonces, decidió comprar un terreno de 35 hectáreas para iniciar la construcción de un conjunto de 1216 viviendas organizadas en tres etapas, urbanización a la que se le dio el nombre de Muzú, mientras que avanzaba la construcción del nuevo barrio se vio la necesidad de dar una respuesta espiritual a los nuevos habitantes del sector, por ello el señor Cardenal Crisanto Luque Sánchez, Arzobispo de Bogotá, según el decreto 96 del 5 de noviembre de 1953 erigió canónicamente la Parroquia bajo el patrocinio de Santa Isabel de Hungría en el centro de la naciente urbanización del barrio Muzú. Es significativo el nombre que recibe la nueva parroquia, dado que es la patrona de la Arquidiócesis de Bogotá.

El mismo Cardenal Crisanto Luque Sánchez nombra el primer párroco para la nueva parroquia al presbítero Luis Valenzuela, quien ejerció su ministerio sacerdotal por 5 años entregándose abnegadamente por el servicio a su comunidad. Este bogotano es recordado por la gran entereza en su trabajo y por la gran visión para proyectar la parroquia. Dura y difícil tarea fue la del Padre Valenzuela iniciar en un despoblado la construcción material de un templo sin los recursos económicos y edificar la vida cristiana de una comunidad. Gracias al trabajo pastoral adelantado y el compromiso de sus fieles, adquiere en el año 1952 un lote para la construcción del templo, después de tres años de ahorro y de venir celebrando el Santo Sacrificio en un templo improvisado con madera y latas. Así, la construcción del actual templo se inició en el año 1955, con gran gusto artístico dentro de la sencillez de las líneas propias del estilo romántico, que da la impresión de ser, con la Catedral de Bogotá, una de sus mejores basílicas.

En 1958, quedó a cargo de la parroquia el padre Manuel Estévez Bretón, ya que el padre Valenzuela se había tenido que retirar por enfermedad. Él, siendo coadjutor del padre Valenzuela, soñaba con fundar un colegio que respondiera a las necesidades de los niños de las nuevas familias que se asentaban en la nueva urbanización. Ya a cargo, inició con la construcción de un pequeño colegio hecho de unas casas de lata y teja que se tenían como campamento cuando se construyó el templo parroquial; de esta manera comenzó la obra educativa oficialmente el 3 de febrero de 1959. Desde ese entonces su intención ha sido brindar a los niños y a los jóvenes espacios para una formación académica sólida, formando individuos capaces de enfrentar con herramientas legítimas la construcción de una sociedad nueva. En agosto 18 de 1959, el Cardenal Arzobispo de Bogotá Luis Concha Córdoba nombra como sucesor al padre Fernando Piñeros Rocha. Y la obra comenzada: Parroquia y Colegio toman bajo su dirección un rumbo seguro. Finaliza la construcción del templo y el edificio del Colegio. El Colegio empieza a afianzarse y reconocerse entre la sociedad como de grandes estándares a nivel académico.
El 31 de octubre de 1969, fue nombrado el entonces joven y dinámico padre Jaime Alberto Bonilla Nieto designado párroco y rector por el señor cardenal Aníbal Muñoz Duque. Fueron siete años y tres meses en que desarrolló la organización de grupos pastorales que ayudó al crecimiento de la fe cristiana de los fieles y al compromiso de todos por el trabajo de una PAG E \* MER GEF ORM Iglesia mejor. Siempre será recordado por su facilidad administrativa y su compromiso en el anuncio del Evangelio. Su temple como persona de grandes exigencias para alcanzar nobles ideales ayudó a darles a los estudiantes del Colegio parroquial una exigencia grande en los nobles ideales y caballerosidad en sus modales. Su buen gusto a nivel artístico ayudó al ornato del templo y en la adecuación de las cosas necesarias para el Colegio. Su tactilidad administrativa permitió la adecuación de los despachos parroquiales y la agilidad en los trámites pastorales. En su gestión, se logró la aprobación del Ministerio de Educación Nacional para los grados quinto y sexto de bachillerato mixto y graduar a la primera promoción en el año 1975.
El 29 de enero de 1977 Monseñor Aníbal Muñoz Duque nombró al padre Manuel Eladio Mora Bohórquez como párroco y rector del Colegio. Cargo que ejerció con verdadero espíritu sacerdotal y dedicación ejerció hasta el 6 de octubre de 1980. Bajo su gestión, se destaca la ampliación la casa cural y el mantenimiento del Colegio Parroquial. El 10 de octubre de 1980, fue nombrado el padre Pedro Abel Amaya Vesga, quien estaría a cargo por 23 años de la parroquia. Durante su gestión, construyó la segunda etapa del edificio de bachillerato ampliando los servicios que se exigían. También, se dio el reconocimiento del Colegio en este sector de la ciudad tras el requerimiento que hacían los fieles de un mayor espacio para la formación de un gran número de estudiantes que se beneficiaran de las enseñanzas de la Iglesia Católica. Por tal razón, se da a la tarea de trabajar por un nuevo edificio para alojar a los estudiantes de primaria. Así, en el año 1986, entrega una nueva planta que permite aumentar el número de estudiantes en el Colegio. No obstante, en el Colegio Parroquial siguió creciendo la demanda y por ello en el año 1988 inaugura la sección del pre-escolar para que los niños de etapa escolar tengan un espacio adecuado que responda a las necesidades que exigían los tiempos.

Con la llegada de la tecnología y de los medios audiovisuales, se vio en la obligación de construir un edificio de informática y audiovisuales que con orgullo entregó a la comunidad educativa en el año 1989. El crecimiento de la comunidad cada vez más comprometida en al anuncio del Evangelio y los requerimientos de una comunidad educativa que se había crecido en un 400% en los últimos 10 años presentó un reto para la creación de un edificio administrativo para una mejor atención a nivel parroquial y del colegio. Así, se inició la demolición de la antigua casa cural para dar cabida al nuevo edificio de administración y vivienda para los sacerdotes, el cual fue inaugurado en el año de 1994.

Como Sexto Párroco, fue nombrado como párroco y rector por el Señor Cardenal Pedro Rubiano Sáenz el padre Daniel Arturo Delgado Guana desde el 4 de agosto de 2003 hasta el 26 de octubre de 2010. En su gestión, el Colegio alcanza los más altos reconocimientos como el Premio Iberoamericano a la Calidad Educativa, el Galardón a la Excelencia y alcanzó el nivel muy superior en las pruebas saber ICFES. Diseñó y desarrolló el edificio Bodas de Oro en la celebración de los 50 años de labor educativa de la parroquia. Un edificio con espacios de lectura, reflexión e investigación, con oratorio, laboratorios y la biblioteca.

Desde el 27 de octubre de 2010 hasta el 15 de noviembre de 2012, el señor Arzobispo Rubén Salazar Gómez, nombró párroco y rector del colegio al padre Guillermo Gómez López. Por su fe en Dios y obediencia en sus designios se entregó al colegio con gran acierto de su ministerio sacerdotal y trabajo pedagógico que llevó al colegio a sostenerse entre los mejores colegios de la ciudad de Bogotá. El 16 de noviembre de 2012, el señor Arzobispo Rubén Salazar Gómez, nombró párroco y rector del colegio al padre William Casas Velásquez.

En su gestión, el Colegio profundiza de manera constante en el ámbito pedagógico y pastoral, implementa estrategias para una educación de calidad y se mantiene a la vanguardia de los colegios de la localidad. Impulsa a realizar un trabajo Pastoral con estudiantes de 10° y 11 en instituciones que atienden poblaciones desfavorecidas y estableció convenios de Cooperación Académica con un gran número de instituciones de Educación Superior reconocidas en el Distrito Capital. Trabajó en el fortalecimiento de las obras que sus antecesores dejaron, modernizando sus instalaciones con la creación de dos salas de audiovisuales, dos salas de informática completamente dotadas; refuerzo estructural y rediseño interno de los salones de preescolar, se rediseñaron las canchas deportivas y se instaló una tarima amplia y funcional para los eventos culturales y deportivos.

Desde diciembre de 2018, el señor Arzobispo Rubén Salazar Gómez, nombró párroco y rector del colegio a Monseñor Jorge Humberto Acevedo Quintero, quien continúa con esta obra de fe y educación cristiana en la Arquidiócesis de Bogotá. Durante estos años, se han fortalecido los procesos en el colegio parroquial para afianzar la calidad de las labores que allí se desarrollan. Para afrontar la pandemia de COVID-19, se realizaron inversiones en adecuación de espacios y ventanas para garantizar la ventilación adecuada del templo parroquial y espacios del colegio y se adquirieron dispensadores metálicos y lavamanos portátiles. Así mismo, se fortaleció el uso de plataformas virtuales como Google Suite y plataforma Saberes para mantener la actividad académica durante los meses de confinamiento obligatorio. También, en respuesta a las necesidades económicas generadas por la pandemia, se dio un descuento del 20% en la pensión en solidaridad con los padres de familia y se ha mantenido y fortalecido el programa de ayudas de mercados a familias residentes en el sector de la parroquia que requieren de este auxilio. Además, en el colegio se estableció un sistema de incentivos a estudiantes que se destacan en sus calificaciones donde se otorgaron 51 becas del 100%, 50% o 25% sobre el valor de la pensión. Así mismo, bajo la dirección de Monseñor Jorge Acevedo, durante el año 2021 se realizó la ampliación, adecuación, modificación y demolición parcial del coliseo que permitió la creación de una nueva planta física de 2 pisos, contigua a la estructura existente, con 8 salas para la enseñanza en las áreas de artes y educación física. También, se adecuaron y remodelaron oficinas para las nuevas coordinaciones, remodelación de salones y salas de cómputo, adquisición de equipos tecnológicos para estudiantes y computadores portátiles para docentes y la creación de nuevos espacios para la atención de orientación escolar; se fortaleció la dotación de la banda marcial y la orquesta filarmónica.

Durante 2022, se destaca la implementación del proyecto de bilingüismo del colegio, que llevó a la aprobación por parte de la Dirección Local de Educación de Puente Aranda para que, a partir de entonces, se denominase Colegio Parroquial Bilingüe Santa Isabel de Hungría por medio de la resolución 16-0034 del 12 de septiembre de 2022. Este importante logro, se gestó desde que se dio la aprobación de la Secretaría de Educación en 2014 para iniciarlo e implementarlo progresivamente. Para afianzar este proyecto y dar impulso por cumplir el cronograma propuesto, desde 2019 se contrató personal idóneo y se crearon nuevas coordinaciones que permitiera cumplir con los objetivos del proyecto mediante la enseñanza en idioma extranjero a través de la metodología AICLE (Aprendizaje de Contenidos y Lenguas Extranjeras), en inglés Content and Language Integrated Learning (CLIL), de forma progresiva primero incluyendo las asignaturas de Matemáticas y Ciencias Naturales en los grados transición a sexto y desde 2021 de forma extensiva a las áreas de Ciencias Sociales y Artes en los grados de transición a undécimo. De igual manera, se establecieron alianzas editoriales e institucionales que permitieron fortalecer el idioma extranjero en docentes y estudiantes, constituyendo una gran inversión para el posicionamiento educativo de calidad del colegio parroquial. Además, se estableció una política de incentivos salariales para que los docentes se esfuercen en el aprendizaje del inglés y se establecieron nuevas condiciones de contratación con preferencia a docentes con alto nivel de inglés, adicional a los requisitos ya exigidos. De esta manera, para 2022, la Parroquia Santa Isabel de Hungría y su colegio parroquial se proponen continuar su labor misionera en camino a los 70 años de fundación de la parroquia en 2023 y los 63 años de su labor educativa en servicio a la comunidad de este sector de Bogotá.